Vale la pena reconsiderarlas

Zonas empresariales

Las zonas empresariales se definen como áreas geográficas específicas señaladas para la revitalización económica. Si usted decide establecer un negocio y crear nuevos empleos en una de las treinta zonas empresariales urbanas de Florida, es posible que su compañía cumpla los requisitos necesarios para recibir una variedad de incentivos fiscales. Los beneficios financieros que se ofrecen a las compañías calificadas en zonas empresariales incluyen créditos, ya sea, a base de los impuestos sobre las ventas o los ingresos corporativos; reembolsos de impuestos sobre las ventas por la compra de equipo para la empresa y materiales de construcción, así como exenciones del pago de impuestos sobre las ventas por la compra de energía eléctrica.

Para recibir la designación de zona empresarial, un área urbana tiene que demostrar que tanto el sector público como el sector privado trabajan de forma activa y en sociedad para aumentar la vitalidad económica del área. Erik Bredfeldt, director de la agencia de desarrollo económico de la ciudad de Gainesville, cree que la designación tiene tanta importancia, en lo que se refiere a las compañías interesadas, como los incentivos en sí.

Más que una ayuda financiera

“Recibir la designación de zona empresarial abre la puerta para las compañías que planifiquen trasladarse o expandirse en una zona empresarial,” dice Bredfelt. “Es una declaración de que todos los municipios involucrados son partícipes y están listos para negociar condiciones favorables para traer algún patrono a la comunidad. Sí, los incentivos son muy importantes, pero también se trata de una disposición de ánimo”.

En el caso de Gainesville, por lo menos, dicho estado de ánimo ha traído bastantes patronos principales al parque industrial del aeropuerto regional de dicha ciudad y a las áreas circundantes; dichos patronos incluyen Nordstrom’s Distribution Center, Florida Foods Distribution Center y, más recientemente, Eclipse Aviation y DayJet.

Brownfields

Las propiedades comerciales que han sido abandonadas, que han caído en desuso o que no se utilizan a capacidad y que están o parecen estar contaminadas se pueden definir como “brownfields”. Solamente mediante estudios ambientales, se puede evaluar el estado ambiental en que realmente se encuentran las localidades que están dentro de un área que haya sido designada como un brownfield y, una vez se llevan a cabo dichos estudios, las ciudades pueden comenzar el proceso de solicitud para obtener subsidios e incentivos de las agencias para el desarrollo económico y para la protección ambiental federales, estatales y locales con el propósito de reacondicionar la propiedad.

Un poco de ayuda hace una gran diferencia

Lee Farkas sabía que había llegado la hora de expandir las oficinas corporativas de Taylor, Bean & Whittaker, su compañía procesadora de hipotecas con sede en Ocala, pero no veía un futuro muy prometedor en la comunidad inmediata. La posibilidad que tenía más cerca era una localidad abandonada al este de su localidad actual, donde había una planta empacadora de carne, que en realidad no cumplía las expectativas que Farkas tenía en mente.

“No había manera de que hubiera sido costo-efectivo para nosotros comprar la propiedad para entonces demoler la estructura y limpiar los terrenos”, dice Farkas. “La decisión que tomó la ciudad de Ocala de declarar la propiedad un brownfield en realidad puso las cosas en marcha”.

La ciudad pudo obtener un subsidio de la EPA (siglas de Environmental Protection Agency - Agencia de Protección Ambiental) para realizar estudios ambientales de fase I y fase II en la localidad y determinar si estaba lista para desarrollarla nuevamente. Pero entonces, cuando el proceso de reacondicionamiento se puso en marcha, se encontraron varios tanques subterráneos no registrados, uno de los cuales se rompió y del cual comenzaron a salir contaminantes de petróleo. Hubo que sacar más de treinta barriles, cada uno de los cuales contenía cincuenta y cinco galones de sustancias desconocidas, antes de poder continuar con el proceso de desarrollo. Además, hubo que llamar a varios representantes de la OSHA (siglas de Occupational Safety and Health Administration - Administración Federal de Seguridad y Salud Ocupacional) para supervisar la desactivación de un refrigerador de amoniaco. Pero una vez estuvo limpio el terreno, un subsidio del Economic Development Transportation Fund estatal se pudo utilizar para reparar y ensanchar el camino de acceso al proyecto.

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