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En boga con el verde
Propietarios de pequeños negocios de todo el estado encuentran un mercado para productos y servicios que promueven la sustentabilidad.
Clark Environmental - Mulberry
El negocio de Beth Clark, en Mulberry, utiliza la tecnología térmica para procesar el lodo a base de petróleo. [Photo: Jeffrey Camp] |
Beth Clark, 52, presidente de Clark Environmental, abrió la compañía en Mulberry con su esposo, Jim, 56, en 1991. Ha sido un camino difícil, que ha atravesado dos periodos en los cuales la pareja casi pierde la compañía debido a la competencia y a un retraso en la apertura de las modernas instalaciones de tratamiento térmico en 2004, que tuvieron un costo de $2 millones.
Sin embargo, desd que la planta de tratamiento térmico que procesa setenta y cinco toneladas por hora a altas temperaturas comenzó a operar, los negocios han cobrado vida. El impulso tras las tareas de limpieza se debe, en parte, a un estatuto de Florida que ordena, a las gasolineras, que cambien sus tanques antes del año 2009. Además de los residuos de petróleo de los tanques de gasolineras y los suelos contaminados a lo largo de carreteras, Clark Environmental ha trabajado con desarrolladores para limpiar áreas de construcción y con compañías de energía eléctrica para limpiar áreas alrededor de transformadores que han recibido impactos de rayos. La compañía también se prepara para trabajar con el alquitrán de hulla que se encuentra en los suelos.
El tratamiento del lodo comienza con la separación de los líquidos y los sólidos en las instalaciones convencionales procesadoras de desperdicios de Clark Environmental. Los sólidos pasan por un procesamiento térmico, que incluye un minucioso proceso de calentamiento e incineración. El residuo final, conocido como “relleno limpio”, se vende para proyectos de construcción de carreteras y de estructuras comerciales.
La compañía también recorre todo el estado para recoger contenedores de materiales peligrosos y de materiales no peligrosos y ofrece servicios de manejo de desperdicios peligrosos. En 2007, Clark Environmental, que tiene 26 empleados, alcanzó los $7 millones en ventas por primera vez y, este año, Beth espera que esa cifra aumente a pesar de la recesión. “En realidad nos va bastante bien”, dice. “Parece que todo marcha bien”.